—Yo soñé al Thecnetos como un artilugio para hacer
sobrevivir a la humanidad al límite entrópico que mataría todo lo demás. El
Thecnetos es un truco termodinámico, un buscador de orden, información y
anti-entropía. Pero no es un dios, hasta el más humilde organismo hace lo mismo
que él, los seres vivos obtienen orden robándoselo a lo que los rodea, la
respiración o la digestión, roban ese orden las moléculas del aire o a la
comida, así que aumentan el desorden externo, para reducir así el interno. Así el
humilde moho del piso crea anti-entropía. Pero es ineficiente y solo puede
alimentarse de ciertas cosas. Diseñe al Thecnetos para ser capaz de absorber
anti-entropía, con absoluta eficiencia, para que cuando desapareciera la
materia, fuese capaz de obtener anti–entropía del mínimo que se encuentra en
las moléculas perdidas del Ouranos.
Aún más, si todavía hay tiempo es porque aún hay un viaje del orden inicial del
cosmos al caos total de su fin[1],
así que mientras haya tiempo habría anti-entropía para ser usada por el
Thecnetos, pues el mismo tiempo es el combustible que quema el Thecnetos. Cosa
que ninguna maquina había hecho antes.
Las
dimensiones que conforman al Thecnetos son 11, por eso su poder de cálculo es
total. Y por eso es invisible e imposible de concebir. El Thecnetos es tan
diferente al tiempo, como el tiempo es diferente a la materia. Pero, aunque yo
inventé al Thecnetos, no pude construirlo. Herakón
fue el que lo hizo bajo las instrucciones que dejé, pero creó una máquina que
nunca pudo comprender, el Thecnetos siempre fue para él una idea que lo
sobrepasaba y engañaba, por ello mi plan secreto sobrevivió, camuflado entre los
millones de funciones del Thecnetos, este permitió que el Emisario naciera y
que este mensaje y esas cartas se salvaran y llegaran hasta ti. Herakón vivió
trillones de trillones de años en él Thecnetos, pero nunca lo conoció del todo,
pero sospechaba que este actuaba a sus espaldas y que un día llegarías, ahora
el Thecnetos está libre de él, pero se ésta perdiendo a sí mismo…
—Sin su enemigo no está
completo —dije—. Y no puedes repararlo pues solo eres un mensaje grabado. Estoy
solo.
—Sí, ahora —dijo hipnótico e íntimo L—, te explicaré que es
la consciencia.
[1] La dirección del tiempo lo da la entropía, de pasado a futuro
significa de menos entropía a más entropía.
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