domingo, 19 de junio de 2022

76 TRANSMISIÓN

 


Un trillón de trillones de años antes…

 La androide Nimis colmada de dudas sobre el yo, entró abruptamente al locus de L. Lo halló en medio de sus equipos de trabajo, atravesado por el equipo de mantenimiento y bajo una multitud de llagas y de cuerpos extraños; estaba irreconocible y su penosa respiración se oía debajo del instrumental. Visto entre el equipo de soporte, tenía la apariencia de alguien que hubiese caído a un acantilado pedregoso, y hubiese quedado atravesado de caprichosos objetos, lleno de fracturas, en una incómoda posición.

La androide  Nimis dijo:

—Hay una comunicación de un sistema muy lejano; ha tomado varios meses su retransmisión. En unos minutos se hará pública en la asamblea general de Thaumasios. Se le ordena que vaya. Es de suma importancia.

 

L se inquietó y dijo con una voz que era un murmullo entre los artefactos de mantenimiento:

—Me es imposible llegar. Tendré problemas para atravesar las puertas de identificación.

—Sí, lo he notado —contestó Nimis—. Por alguna razón los controles no lo reconocen como a Ud. Pero se me ha ordenado que lo escolte y haga pasar.

—Quizás hagan pasar a otro en mi lugar —contestó L.

—Yo sé quién es Ud. y sé lo que está haciendo —dijo la androide Nimis, que ya lo había adivinado.

L empezó el penoso trabajo de caminar teniendo los sistemas mecánicos sobre él.

Nimis dijo:

—Técnico L, Ud. ha tenido una nueva idea, ¿no teme que ésta también fracase, como con los androgenotes? Ahora está experimentado con su información genética…

L calló culpable.

Nimis agregó:

—Hice un escaneo en unas huellas digitales que dejó en mi mano la última vez y hallé en su cuerpo ADN extraño. Ud. tiene en su cuerpo células con genes que no tenía antes. ¿Qué está haciendo exactamente?

L detuvo su camino y miró a la androide con la seguridad de que no había nadie en ella y le dijo:

—He estado insertando a mi propio genoma material genético de mi erómenos muerto.

—Está aplicando las técnicas de trasplante de genoma en Ud. mismo —dijo Nimis.

—Algo así —contestó L—. La técnica es tosca y cruel pero efectivamente, en ella algunas sondas proteicas transportan segmentos del ADN de M que pasaba a incorporase en mí. Quiero de este modo estar finalmente unido a él. Quiero ser yo y él al mismo tiempo antes de morir.

—¿Por qué hace eso? —preguntó Nimis con aséptica curiosidad.  

—Porque cuando M murió, mi corazón se empezó a matar a sí mismo —contestó L—. Quiero ser uno con él y vivir así mis últimos días.

—Ese trasplante genético está destruyendo genes sanos y causando errores —agregó la androide Nimis—. Algunas células se están volviendo neoplásicas y produciendo reacciones alérgicas complejas. Recuerde que su cuerpo le pertenece a la meta-corporación y no a Ud. Informaré para que se le prohíba continuar y se le restituya su integridad genética.

—¿No soy yo mi información genética? ¿No me pertenezco yo mismo? —dijo irónico L.

—No. Y le sorprendería saber que alguien más tiene su misma molécula germinal. Alguien que de seguro le engendró, pero que no es su padre, pues un padre solo es igual a su hijo a medias. Y este es idéntico genéticamente a Ud. en un 100%.  Pero no es su clon.

L escuchó anonadado la revelación de Nimis.

 —¡No sé cómo es posible que se engendre de esa forma! Lo normal es que un ser tenga dos padres —dijo Nimis.

—Yo sí sé cómo es posible —dijo anhelante de saber L—, pero nuestros epi-genomas deben ser distintos... ¿Quién me hizo, acaso usándose a sí mismo como materia prima?

—Hay cosas que yo nunca sabré y ésta es una cosa que Ud. nunca sabrá —contestó Nimis.

       Mientras hablaban llegaron a la sala de reuniones. Los centenares de técnicos y Thaumasios de la estación se conglomeraron en el amplio cuerpo de recepción de informaciones remotas. Herakón, entre sus tubos y cables, estaba entre ellos. Habían llegado imágenes desde una lejana galaxia, una más allá del alcance visual de los poderosos telescopios de la meta-corporación. Todos estaban nerviosos.

     La información había sido retransmitida millones de veces, atravesando el universo desde un punto muy distante al del núcleo de sistemas de la meta-corporación. Algo venía desde el otro extremo del universo.

     Esta comunicación usaba la tecnología de telégrafo quántico, basada en el principio de entrelazamiento quántico: una partícula y su partícula pareja están comunicadas y si cambia el spin de una ellas, el de su pareja también cambia instantáneamente, sin importar la distancia entre ellas. Así era posible tender un telégrafo instantáneo entre lugares muy remotos funcionando a velocidades mayores a la de la luz. En realidad, instantáneamente.

     Sin embargo, la separación de estas parejas de partículas en el tendido del sistema se había hecho por medios clásicos y a velocidad convencional, inferiores a la de la luz. Felizmente, la humanidad había tenido trillones de años de evolución y viajes para tender esas vías de comunicación por todo el universo casi en su totalidad. Pero esta técnica requería de la retransmisión en los puntos de empalme. Este empalme ocurría a la velocidad normal de la luz, (tomaba millonésimas de un segundo) pero eran tantos puntos de empalme, dada la inusual distancia, que las microscópicas fracciones de tiempo en esas pausas, en conjunto, sumaron esos meses de demora.

En la sala de comunicaciones remotas se encendió una amplia pantalla. La transmisión empezaba.

Todos esperaban ahuecados de ansiedad.

Tras unos minutos de nerviosismo helado, empezó la transmisión:

“Técnicos de la estación de investigaciones en el planeta Amil-Urep, les transmite el informe el tripulante M. La misión encomendada a nuestro regimiento ha sido un éxito y hemos logrado volver del viaje fuera del universo.”

Un estallido de euforia inundó la sala y las miles de salas semejantes que recibían la misma información en todo el cosmos reaccionaban a gritos en diversos puntos.

Paso a informar los resultados. Los detalles técnicos ya han sido enviados a las computadoras principales. 

a.-Por medio de la presente experiencia se comprobó la existencia de otro universo, tal como se planteaba en las teorías LAE-MVV de meta-filosofía del técnico L.

b.- Se comprobó la eficacia de la tecnología meta-dimensional de des-colapsamiento de la función de onda para hacer posible el viaje al otro universo.

c.- Haciendo algunas correcciones al modelo teórico-técnico usado, se logró el viaje de vuelta en el mismo tiempo, aunque no en el mismo lugar.  Esto parece estar de acuerdo con el antiguo principio de incertidumbre. Encontramos que sólo es posible elegir técnicamente entre volver al mismo tiempo o al mismo lugar, pero no a ambos.  Elegimos lo primero, como es obvio. Pero hemos caído en un lugar muy lejano a Amil-Urep y a los sistemas dominados por la meta-corporación local. Se trata de un lugar al parecer desconocido por cualquier meta-corporación y completamente despoblado.

d.- El regreso tomó 0,00003 segundos posteriores a la partida. Sin embargo, dado lo remoto del lugar de la retransmisión, este comunicado demorará meses en llegar. Estamos imposibilitados de regresar físicamente a sistemas cercanos a Amil-Urep o a algún sistema de meta-corporación alguna.

Éste es un sistema estable de asteroides en un disco de acreción alrededor de un agujero negro. Estamos muy alejados de cualquier colonia humana y al parecer no hay ninguna en la necro-galaxia[1] que nos rodea. Tenemos reservas para tan sólo algunos días más. Aunque no sea posible nuestra supervivencia ni poder reunirnos de nuevo con la civilización, nos complace haber podido cumplir nuestra misión y realizar con éxito el experimento al que dedicamos nuestras vidas. Podemos decir que nuestra misión ha sido llevada a cabo en su totalidad.

e.- El tiempo que permanecimos en el otro universo fue largo y pudimos repetir el viaje algunas veces por diversos cosmos.”

Otra vez el júbilo estalló en la estación y los técnicos gritaron de emoción.

L sucumbía de esperanza y miedo.

f.- Lamentablemente no encontramos sistemas cósmicos aptos para la vida humana —prosiguió M—. Hemos sufrido muchas penurias para sobrevivir en condiciones tan radicalmente diferentes a las que existen en nuestro universo; seguir explorando ponía en serio riesgo la supervivencia de nuestra empresa y la posibilidad de enviarles esta información.

g.- Consideramos inviable el transporte de la especie humana fuera de este universo. Repito, las posibilidades de hallar un universo en condiciones aptas a la vida humana nulas. Sólo una fracción infinitesimal de universos son aptos a la vida, y, aun así, sólo lo son por fracciones de tiempo muy cortas de su historia; casi la totalidad de la duración de un universo está en un estado inapropiado para la existencia. Podríamos decir que, en sólo unos trillones de años, antes de su límite entrópico un universo es habitable y una eternidad es inhabitable. Por eso llegar a un universo cualquiera significa llegar a períodos inhabitables en un 99,999999% de las veces.

h.- Hemos consumido la mayor parte de la energía de que disponíamos en esta transmisión, que por ello será única y final. El resto la usaremos en la supervivencia de nuestra tripulación hasta que se agote del todo. Cuando llegue esta trasmisión nosotros ya no estaremos en ningún lugar. No nos desalienta esta perspectiva al haber sido útiles a nuestra civilización. Esperamos haber cumplido nuestro trabajo con la meta-corporación y nuestro deber con la humanidad. Éste es el fin de la transmisión.”

La pantalla se apagó y los numerosos computadores empezaron a recibir y procesar el resto de la transmisión, la cual era matemática. 

        La desazón cundió en la asamblea de técnicos.

—Hemos perdido demasiados recursos y tiempo en esta empresa, era lógico que fracasara —dijo amargamente Herakón, aunque una negra sonrisa se encendió en su horrible boca.

L había escuchado las palabras finales de M, inmóvil y paralizado.

     Herakón, se le acercó triunfal, lo miró con esos artefactos negros que salían de sus cuencas vacías, recordándole con sorna que él había matado al ser que más amaba, que M era en esos momentos insensible polvo orgánico, al otro lado del cosmos, que M ahora no existía en ningún lugar, que solo era una imposible idea abstracta. En la horripilante expresión del viejo Thaumasios, L vio por primera vez algo sórdido e intolerable, algo que nunca hubiese pensado ver jamás: Se vio a sí mismo. Algunos detalles en las partes no artificiales de Herakón se lo hicieron notar. Luego los cotejó con ciertos retazos casi irreconocibles de recuerdos, de aquel hombre que una noche mató decenas de niños. Clones y epi-clones de L.

     L quedo paralizado de horror. En lo profundo, dado que los dos tenían la misma molécula germinal, Herakón y él eran el mismo hombre.       

La androide Nimis se le acercó cauta.

—Entre los informes técnicos enviados por M hay una comunicación privada para Ud. —dijo Nimis—. Es extraño; sólo consta de dos palabras.

—Transmítela cuando lleguemos a mi locus —dijo L temblando y mirando atónito y derrotado a Herakón.



[1] Restos de galaxias ya sin estrellas encendidas.

No hay comentarios: