En los confines sin fondo
de otra noche…
–No lo tuve claro por mucho tiempo, pero llevaba
tiempo sospechándolo —dijo Herakón que había presentado los modelos técnicos de
L como suyos. Consideró una inapropiada extravagancia del azar que esa teoría
apareciera en un oscuro técnico y no en él. Además, después de entenderla le
parecía tan obvia que estaba seguro de que era inevitablemente desarrollarla.
Creyó incluso identificar el germen de esas ideas en sus pasadas reflexiones.
Pensó también que todas las personas que llegan a una misma conclusión eran propietarias
de esa idea y que era superficial tomar en cuenta quien lo hizo primero. De las ideas no importa quien las descubre
primero, eso es frívolo, solo importa si son ciertas o falsas.
–Ahora es evidente que los animales
meta-dimensionales se han extinguido o que se han suicidado —agregó Herakón— o
algo los mató.
–Comprende por qué, ¿no? —dijeron los Zombis
Hekantokeinos.
–Sí —dijo Herakón feliz de comprobar que era
cierto el fin— El universo ya está muy cerca de su desaparición, la
anti-entropía ya es muy escasa y aquellos seres eran demasiado complejos para
sobrevivir, solo lo simple sobrevivirá…Las civilizaciones no podrán seguir
desarrollándose en el futuro cercano más allá de una sola generación. Esta
generación.
–Urge una solución —dijeron los Zombis
Hekantokeinos— la humanidad no puede dejar de existir.
–No hay modo de luchar, por otro lado, la vida de
cada quien no dura más que una generación, ¿por qué lamentarnos? —Dijo Herakón—
Una sola generación es lo único que siempre ha podido vivir una persona, no hay
diferencia para cada individuo si hay otras en el futuro o no. Dejemos
piadosamente morir a la humanidad y dejemos vivir su única vida a los hombres
que ya existen.
–El único objetivo de la vida es seguir viviendo,
nosotros desaparecemos, pero no debe desaparecer la humanidad, si no lo hacemos
dejamos de ser seres vivos y no tendría sentido ser. Las piezas del ajedrez pueden
desaparecer, pero el juego debe continuar.
Herakón sintió ese asco de saber que hablaba con
máquinas que perpetuaban un inconsciente proceso: la vida, pero el mismo estaba
subordinado a ella y a la meta-corporación.
– ¿Cuáles son las órdenes del anti-Hekantokeinos?
—pregunto Herakón.
–Debemos hallar una solución respondieron.
–No
la hay —dijo Herakón—No para nosotros los seres humanos, acaso sí para la
humanidad. Los seres humanos son cosas de 4 dimensiones y morirán. [1]
–Debemos diseñar un proyecto para encontrar una
salida —dijeron los zombis híper-cognitivos del Hekantokeinos— Deberá
reestructurar la organización de sus planetas y colonias subordinadas a la
búsqueda de una salida. Use toda la anti entropía disponible; además es de suma
urgencia hallar un nivel más profundo a nuestras teorías meta-filosóficas. La
tecnología para salvarnos solo se conseguirá con nueva ciencia.
Luego de sus cortas órdenes. Los Zombis
Hekantokeinos dejaron a Herakón y volvieron al nebuloso recinto artificial
donde estos humanos sin alma “viven”. Herakón quedó solo una vez terminado el
encuentro virtual con los poderosos dueños de la metacorporación. En su casi
artificial interior, de entre su yo hecho de lógica y razón, el veneno de una
alegría se elevó, su felicidad de poder ver la muerte de lo que más odiaba: la
vida.
–Cuando veo la torva humanidad afanada solo en
multiplicarse —pensó Herakón— sólo una palabra pulsa en mi mente:
¡aniquilación! Por fin terminará esta absurda reacción en cadena. Este ajedrez
donde los hombres no son los jugadores, y en el que nunca ganan ni pierden. La
calma y perfección del fin se acerca. ¡Que acabe la vida!, por fin, después de
trillones de años de existencia que deje de multiplicarse la molécula germinal.
Todo cesará —pensó anhelante y aliviado Herakón— y todo por fin será perfecta
coherencia y vacío.
Y
extenuado, se dejó desvanecer por el cansancio entre sus equipos de
mantenimiento. Al día siguiente cuando despertó de su sueño sin imágenes ni
formas, Herakón dispuso la reorganización de la metacorporación para diseñar
una salida, confiaba que era imposible hallarla. Su estructura e integrantes se
iban formando en su mente casi dormida. En pocos días empezaría la
construcción. La vida y destinos de todos cambiarían, subordinada a la nueva
misión de la meta-corporación. Todos los personajes dejarían sus habituales
responsabilidades para esta búsqueda.
Y accidentalmente Herakón uniría dos destinos que
habían nacido para vivir separados.
[1] Un ser
unidimensional es una línea, un ser bidimensional es un plano, un ser
tridimensional es un volumen. Un ser tetra-dimensional es un volumen en
movimiento: el tiempo.
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